Baila...Salomé, baila. Eternamente.

Cuando nuestro mundo parece venirse abajo y nada tiene sentido en la vida… hay que seguir bailando. La música cesará un día y tendrás que dejar de moverte. Muévete, búscate, sorpréndete a ti misma…
Cuando sientas que tu cuerpo se cansa… deténte… siéntate y busca fuerzas a tu alrededor.
Tus hijos, tus padres, tus amigos… tu entorno. Pero no olvides buscar fuerzas en las pequeñas cosas. En un baúl de fotos, en el aroma de las flores, en el amor… en tu esencia. Debes ser tu propia fuerza, tu propia sabiduría.
Nunca olvides que no estás sola… el Universo entero está contigo. Aférrate a las manos extendidas, busca la luz en el sol de cada día.
Existen obstáculos que superar. ¡No te detengas! ¡No dejes de bailar! Baila, no pienses. Sólo cierra tus ojos y muévete. Siéntete plena, llena de vida, llena de fuerza, llena de paz…
Compártelo, pero siempre reserva para ti. En los momentos difíciles te ayudará… te mantendrán con vida, así tu corazón deje de latir y tu pecho no respire más. Seguirás bailando.
Tus danzas quedarán grabadas en la memoria de mucha gente. Sigue bailando…
No dejes que te olvide.

Hoy, te extraño más que nunca. Felicidad, donde quiera que estés.